Sarah Millaway y su marido viven en Tennessee (Estados Unidos) y decidieron hacer una revisión importante de su casa y comenzaron con el sótano.

Un buen día, los trabajadores, que rellenaban el piso del sótano con concreto. salieron al patio para discutir con los dueños el plan de acción. Fue entonces cuando Izadora, de 2 años de edad, a quien dejaron sola sus padres en la casa, fue al sótano a buscar a mamá y papá.

Los trabajadores se rieron de la niña durante mucho tiempo, ya que dejó un "rastro en la historia del sótano" e incluso sugirieron que Sarah y su marido dejaran todo como estaba, para preservar la larga memoria de este curioso incidente.

Los padres se negaron rotundamente a dejar un sendero en el suelo del sótano con las huellas de su hija, pero todavía hicieron algunas fotos, reconociendo que la situación en su conjunto fue realmente cómica.




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